viernes, 21 de noviembre de 2008

los receptores del gusto

Las papilas gustativas se hallan directamente ligadas a nuestro aparato digestivo. Están situadas sobre la lengua, y nos permiten acabar de analizar la aptitud de un alimento antes de masticarlo y tragarlo.
Para ello apretamos los alimentos situados encima de la lengua contra el paladar, de forma que el contacto entre éste y las papilas sea más estrecho.
Las papilas gustativas o botones gustativos son acumulaciones de unos diez receptores del gusto, que se hallan dentro de una pequeña cavidad de la superficie de la lengua. Los receptores no son neuronas, sino células especializadas que se hallan conectadas por su parte inferior con ellas. Así pues, cada papila gustativa se comunica por arriba con la cavidad bucal mediante un pequeño orificio, y por abajo con una fibra nerviosa que lleva las sensaciones hacia los nervios facial y glosofaríngeo. En el interior de las papilas existen también células de soporte de las células receptoras.
Si observamos con una lupa de gran aumento la superficie de la lengua, veremos que no todas sus papilas tienen la misma forma. Las más grandes son las caliciformes, ya que tienen un diámetro de 1 a 3 mm. Forman una V en la base de la lengua y es donde el gusto se percibe con mayor intensidad. Las papilas foliadas se encuentran en los bordes linguales y son repliegues de la mucosa, mientras que las fungiformes tienen forma de hongos, se hallan en la punta y en los bordes de la lengua, y sobresalen de 0,5 a 1,5 mm de la superficie lingual. Ambos tipos son papilas gustativas. Por el contrario, las papilas filiformes, que son las más numerosas y se hallan en la parte central de la lengua, sólo transmiten sensaciones del tacto.

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